jueves, 28 de octubre de 2010

TEMAS TRANSVERSALES DEL CURRICULO

LOS TEMAS TRANSVERSALES DEL CURRICULO.
La educación escolar tiene como finalidad básica contribuir a desarrollar en los alumnos aquellas capacidades que se consideran necesarias para llegar a ser ciudadanos de pleno derecho. Estas capacidades tienen mucho que ver con el conocimiento de las diversas materias que conforman el saber de nuestros días, pero hay ciertas cuestiones de gran transcendencia en nuestro mundo actual, que no se abordan desde una perspectiva exclusivamente académica. Cuando analizamos los grandes conflictos de nuestro mundo actual, de nuestra sociedad, ya sea próxima o más alejada, nos encontramos con situaciones de violencia, discriminación, desigualdad, consumismo y
despilfarro frente a situaciones de hambre y miseria, con degradación del medio ambiente, con hábitos contrarios a la salud (drogas, alcoholismo…).
En nuestras escuelas debemos posibilitar que nuestros alumnos lleguen a entender estos problemas cruciales, sean capaces de elaborar un juicio crítico sobre estas situaciones y de adoptar actitudes y comportamientos basados en valores racionales y libremente asumidos. Como resultado de esta reflexión inicial, debemos proponernos introducir en el currículo de nuestros Centros un tipo de enseñanza que responda a estos problemas sociales y que tenga presente la formación en valores básicos. Ya en los Decretos de los diferentes Currículos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria se han introducido estos temas a través de los denominados
Temas Transversales (Educación para la paz, para la igualdad de oportunidades, coeducación, para la salud, educación ambiental, del consumidor, educación vial, sin olvidar la necesaria educación moral y cívica.)
Pudiera pensarse que la introducción de estos temas en nuestro currículo supone el cubrir las necesidades que en estos campos se nos plantean. Conviene hacer una reflexión sobre estas cuestiones con el fin de ayudarnos a clarificar a profesores y comunidad escolar, las necesarias claves de estos contenidos educativos y a situarnos dentro del contexto real de la vida de los Centros. Los temas transversales responden a capacidades desarrollables como imperativo de una dinámica social que nos envuelve y, a veces, nos arrolla.
Los temas transversales, se refieren al para qué de la educación. No sólo señalan contenidos que se consideran necesarios, señalan intenciones. No es lo mismo introducir un contenido relativo a la “renta per cápita”
desde un contexto puramente economista que desde un contenido que destaque la importancia de la misma en la relación entre Estados del Tercer Mundo y del Mundo Desarrollado. La intención educativa es necesariamente diferente. El desarrollo integral de las personas supone algo más que atender a sus capacidades intelectuales. Es también, y fundamentalmente, atender a sus capacidades afectivas, de relación interpersonal y de inserción y actuación social. Trabajar en el aula la problemática de determinada situación
medio ambiental exige que el alumno tenga conocimientos geográficos, culturales, económicos y sociales. Pero esto no puede ser suficiente, es preciso que los alumnos sean capaces de elaborar juicios críticos sobre lo que sucede y se encuentren con “herramientas” que les permitan elaborar unas conclusiones que les lleven, dentro de sus posibilidades, a actuar en consecuencia.
El desarrollo de los temas transversales/valores supone una estrecha relación de la escuela con el entorno. Y esto por la estrecha vinculación con la realidad social y por el convencimiento de que es la educación un camino básico para promover las más importantes mejoras sociales.
Los temas transversales han de estar presentes en el conjunto del proceso educativo, (de ahí su denominación de “transversales”) y han de
impregnar la tarea educativa en todos sus aspectos. No puede olvidarse que
estos temas son, generalmente, multidisciplinares y que sólo pueden abordarse desde esta óptica. No pueden plantearse como programas paralelos, ni mucho menos como actividades complementarias y ocasionales. Han de tenerse presentes a la hora de planificar el desarrollo del currículo ya que han de ser temas nucleadores para las intenciones educativas, y ello requiere que sean asumidos por la totalidad de los enseñantes del Centro. Por último, son transversales porque trascienden lo estrictamente curricular y deben impregnar la totalidad de las actividades del Centro. No es muy congruente el que el currículo aparezca determinados valores y que la organización del Centro se base, de hecho, en modelos opuestos. No se puede pretender que los alumnos
asuman comportamientos democráticos, si en el Centro no se propicia la participación de padres y alumnos en la toma de decisiones. El mensaje será claramente contradictorio. Cuando esto sucede, el “currículo oculto” acaba imponiéndose, anulando el discurso teórico

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